Referente de la pintura y la docencia en la Universidad de Sevilla
Antonio Agudo, una de las figuras más destacadas del dibujo y la pintura contemporánea en Andalucía, falleció ayer en su ciudad natal a los 85 años. Profesor titular del Departamento de Pintura de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Sevilla, Agudo dejó una profunda huella como creador y como docente, formando a varias generaciones de artistas.
Nacido en 1940, inició su formación con apenas 12 años en la Escuela de Artes y Oficios de Sevilla. Tras un periodo en Madrid, continuó sus estudios en la Escuela Superior de Bellas Artes de su ciudad y comenzó a trabajar en el ámbito del diseño gráfico, que alternó con la creación pictórica y la enseñanza hasta decantarse definitivamente por la pintura y la docencia. Su trayectoria se vio marcada por viajes a Guatemala y México, experiencias que influyeron en su mirada artística y en sus célebres cuadernos de viaje.
En su carrera compaginó la enseñanza con una intensa actividad expositiva que lo llevó a mostrar su obra en numerosas ciudades españolas, así como en Estados Unidos y distintos países de Latinoamérica. Entre sus encargos más relevantes figuran varios retratos oficiales del rey Juan Carlos I —presentes en el Palacio de la Zarzuela, la Real Maestranza de Caballería y la Universidad de Sevilla—, así como el Vía Crucis para la Hermandad del Gran Poder. Además, como muestra de su vínculo con la institución en la que ejerció la mayor parte de su carrera docente, Antonio Agudo donó parte de su producción pictórica a la Universidad de Sevilla, donde su legado artístico forma parte del patrimonio institucional.
Muy vinculado también a Cádiz, ciudad en la que trabajó su padre, Agudo participó en actividades de la Real Academia Provincial de Bellas Artes, donde impartió talleres y conferencias. Fue un artista muy completo cuya obra es reflejo de una sólida concepción plástica. Expuso durante más de dos décadas en la Galería Haurie de Sevilla. Referente de la pintura contemporánea y amante de Sevilla deja un legado artístico impagable.
La Universidad de Sevilla y el mundo del arte despiden a un creador esencial, cuya vida estuvo siempre al servicio de la pintura y de la formación de nuevas generaciones.